... que la de los que ped& 237;an un rey, siquier fuese de palo. Diariamente ve& 237;a crecer Halconero el vac& 237;o que en su existencia dej& 243; la muerte de Fernanda; vac& 237;o de sentimientos no m ...
... Entrado Noviembre, todo Madrid repetía en variedad de formas el juego de guerra de los niños de Halconero. Los señores mayores, las damas de viso, hombres y mujeres de las clases inferiores, procedían ...
Los duendes de la camarilla Capítulo XXXIIIde Benito Pérez Galdós ...esposa de Vicente Halconero, rico labrador de la Villa del Prado, ¡oh suerte, oh dicha, y admirable dictamen de la Providencia ...
... mejor para ella que no ir a poder de tu amo; y creo que es linda como un sol.-Es la mejor moza -dijo el halconero- que he visto en mi vida; no hay un balcón más listo ni más gallardo.-Pues, señor ...
... de Ricardo Mu& 241;iz. En el vago inter& 233;s del General hacia las delaciones, vio Halconero como un desprecio del amaneramiento hist& 243;rico. Amaneramiento era la repetici& 243;n pedestre ...
... atracción y el miedo del ideal se juntaban en un punto. Después me dijo Ruy que el señor Halconero es muy celoso, y aunque Lucila no le da motivo de escama, no gusta de que en su casa entren hombres ...
... , mejor. Tengo miedo a estar libre». Pasaron el domingo en familia todos reunidos. Determinó Halconero que el casorio se celebraría tempranito en San Justo, eligiendo esta iglesia para complacer ...
... trágica& 160;: 21de Benito Pérez Galdós Condolido del mal traer de Segismundo y admirado de su ingenio, Halconero volvi& 243; en su busca al siguiente d& 237;a, convid& 225;ndole a un buen almuerzo ...
... de la Casa de Fernando II y Alfonso IX, relacionados con la caza, como el montero Martín Núñez y el halconero, Juan Ihoannis; y con la guerra, como el escudero Nuño Peláez y el ballestero Sancho Moro ...
... la corte de Juan II, Valladolid, Diputación Provincial, 2000, págs. 159-189)Refundición de la Crónica del Halconero, ed. y estudio de J. de Mata Carriazo, Madrid, Espasa Calpe, 1946 (Col. de Crónicas ...
... Seguimos, y al embocar la Carrera de San Jerónimo, tropecé de manos a boca con Vicente Halconero, que salía del Casino. Cortés y afable como siempre estrechó mis manos, no escatimando un gentil saludo ...
... si quisiera recatarse con el invisible manto de su modestia. Insinuante y efusivo, Halconero me dijo así: «¡Caramba, Tito, cuánto me alegro de verle Hasta hace muy poco no supe que ha estado ...
... de mi tío Pepe. Así lo quiere María Ignacia y así será. »Lo mismo te digo de Vicentito Halconero. Es un chico excelente, talento claro de los que miran al porvenir y a la regeneración de este pobre ...
... s clara y hermosa, dentro del magín, la figura y persona de la ideal mujer, viuda de Halconero y madre del interesante niño Vicente. Era esto como si lo cierto recobrara el puesto que le había quitado ...
... partir del reinado de Teobaldo I de Navarra (1234-1253), ofrece buena información.La Crónica del Halconero de Juan II de Castilla recibe este nombre por haber sido escrita por Pedro Carrillo de Huete ...
... niño, precioso como un ángel, y no hay indicios hasta hoy de que aumente la descendencia de Halconero. «Estos benditos músicos -dijo Mita con agudeza y donaire- no aprecian el número, y de una cosa ...
... Seguimos, y al embocar la Carrera de San Jerónimo, tropecé de manos a boca con Vicente Halconero, que salía del Casino. Cortés y afable como siempre estrechó mis manos, no escatimando un gentil saludo ...
... los de Prim. Estos hijos son los unionistas y progresistas». -¡Bah... bah ... -exclamó Halconero, cogiendo el brazo de su amigo, y llevándole por caminos polvorientos a dar la vuelta de Chamberí ...
... 243;focles y Esquilo andaba por estos mundos.Hojeando el libro de las bellas deidades, mat& 243; Halconero un buen espacio de tiempo; y cuando, a las dos horas de partir, volvi& 243; Lucila de la casa ...
... ... Lucila es honrada. -Yo subo; yo entro...-Y a encontrarle saldrá don José Halconero, armado hasta los dientes. -Ríase usted de Halconeros y de dientes armados. Es usted un candidote que no conoce ...
2.888 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información